El objetivo de este trabajo es analizar si los auditores son capaces de detectar la gestión de resultados en sus empresas auditadas y si ante un incremento en el esfuerzo, el nivel de devengos discrecionales será menor. Como singular contribución, se mide el esfuerzo del auditor mediante las horas efectivamente empleadas, al contrario que trabajos anteriores que se basan en honorarios u horas estimadas o subrogados de estas. Asimismo, la muestra utilizada está compuesta por pequeñas y medianas firmas de auditoría, lo que le aporta un valor añadido por ser este segmento del mercado de auditoría más competitivo. Los resultados evidencian que el cliente reduce los devengos anormales positivos del resultado ante un incremento del esfuerzo del auditor, poniendo así en valor su figura como garante de la información financiera, contribuyendo al debate sobre la calidad de las pequeñas firmas. En lo que respecta a los ajustes por devengo negativos, se puede interpretar una pasividad del auditor ante el conservadurismo contable y un efecto aprendizaje en el cliente, que aumenta la manipulación negativa de resultados conforme se incrementa la duración contractual con el auditor
The objective of this paper is to analyze if small and medium auditors are able to detect the earning managments in their audited companies and, in that case, if the increase of the audit effort produces a lower level of discretionary accruals. As a particular contribution, the auditor's effort has been measured through the hours actually spent, unlike previous work based on estimated or subrogated fees or hours. Similarly, the sample used is composed of small and medium-sized audit firms, which gives added value for this segment of the most competitive audit market. The results show that the client reduces the positive abnormal accruals if the audit effort increases, thus valuing his figure as guarantor of the financial information, contributing to the debate on the quality of small firms. Regarding the negative accrual adjustments, it could be interpreted as an auditor passivity against the accounting conservatism and a learning effect on the client, which increases the negative discretional accruals as the contractual relationship with the auditor increases
Los recientes escándalos financieros nos muestran empresas que declaran situación de insolvencia, con cuentas maquilladas, sin que los auditores hubieran indicado este riesgo en el informe de auditoría; en tales circunstancias resulta fundamental justificar si se trata de que no lo detectaron, en cuyo caso hablaríamos de riesgo de detección o si aun detectándolo no informaron de la situación, resultando en este caso un problema de falta de independencia. De Angelo (1981) define la calidad de la auditoría como la probabilidad conjunta de que un auditor detecte los errores y que informe del incumplimiento.
El riesgo de detección se relaciona con la habilidad del auditor y su esfuerzo. Vamos a investigar sobre el esfuerzo en auditoría como elemento que incrementa la probabilidad de detectar la manipulación. Hemos de esperar que un mayor esfuerzo llevará a detectar la manipulación y exigir su corrección, de tal forma que esperaríamos una relación negativa entre esfuerzo en auditoría y nivel de manipulación. Sin embargo, el riesgo de negocio del auditor y el efecto de posibles demandas nos hace suponer que la permisividad sea menor cuando los devengos discrecionales son positivos que cuando son negativos (St. Pierre y Anderson,1984; Kellogg, 1984).
Este papel del auditor como garante de la calidad de los informes anuales se inserta en la Teoría de la agencia, la Teoría de las señales y la Teoría del aseguramiento. De acuerdo con Wallace (1987) la auditoría daría lugar a una reducción de los costes de agencia, también podría ser interpretada como una señal de la reducción del riesgo para los inversores y finalmente un instrumento de la posible cobertura de pérdidas a través de demandas. De acuerdo con estas hipótesis, la literatura existente durante largo tiempo se ha basado en la mayor calidad de la auditoría en los encargos llevados a cabo por las Grandes firmas de Auditoría (DeAngelo 1981; Teohvy Wong 1993; Becker, Defond, Jiambalvo, y Subramanyam 1998; Francis y Krishnan 1999; Francis, Maydew, y Sparks 1998). Sin embargo, en los últimos tiempos y en relación con las últimas reformas llevadas a cabo en el mercado de auditoría de Estados Unidos, empiezan a obtenerse evidencias en sentido contrario que, o bien no encuentran diferencias (Boone, Khurana y Raman, 2010), o las atribuyen a las distintas características de los clientes (Lawrence, Minutti-Meza y Zhang, 2011) e incluso que encuentran ciertas ventajas comparativas del trabajo desarrollado por pequeñas y medianas firmas (Reichelt y Wang, 2010) ya que consideran que estas tienen un mejor conocimiento de los clientes y sus negocios.
Los resultados evidencian que controlando con las características de cada cliente, un incremento en el nivel de esfuerzo es capaz de reducir los devengos discrecionales, con especial énfasis en los de carácter positivo ya que estos se pueden relacionar con futuras demandas. Como prueba de sensibilidad nos cuestionamos si el auditor en la planificación del trabajo cuando fija los honorarios es capaz de detectar la calidad del resultado, evidenciando que los resultados son robustos.
Nuestra aportación es relevante en dos sentidos: el primero porque hemos recabado directamente de los auditores las horas de esfuerzo, y por otro porque poco se sabe sobre la calidad de la auditoría en el segmento de pequeñas y medianas firmas en España ya que es un mercado muy competitivo, de escasa remuneración y de gran riesgo de detección. Esperamos que este trabajo contribuya a la literatura sobre calidad de la auditoría de pequeñas y medianas firmas aportando luz sobre los modelos de evaluación de riesgos y profesionalidad de estos. También puede ser de utilidad para definir las políticas públicas: para reducir la concentración en el mercado de auditoría entorno a las grandes firmas primero es necesario evidenciar que el trabajo desarrollado por las pequeñas firmas es comparable en calidad aunque distinto en servicios.
Nuestro trabajo se organiza de la siguiente forma: en primer lugar vamos a presentar la literatura previa y las hipótesis, en segundo lugar explicaremos la metodología y muestra, en tercer lugar, analizaremos los resultados tanto univariantes como multivariantes para a continuación proponer una prueba de robustez. El trabajo finalizará con unas conclusiones.
Las grandes firmas de auditoría empujadas a la alta competencia, durante los años 90 desarrollan modelos basados en riesgos que tratan de relacionar evidencia de errores e irregularidades con la planificación del trabajo (Bell et al., 1997; Lemon et al., 2000; Winograd et al., 2000; Eilifisen et al., 2001), es decir, tratan de optimizar los honorarios. Así el auditor debe de variar los procedimientos de auditoría en función del riesgo de incorrección material, esto es, el riesgo de que los estados financieros contengan incorrecciones materiales antes de la realización de la auditoría.
Estudios previos sobre calidad de la auditoría han usado medidas de discrecionalidad o gestión de resultados como indicador. De acuerdo con la teoría de la Agencia, los Directivos tienen incentivos a “ajustar” el resultado para maximizar su utilidad para él y sus stakeholders que tienen al resultado como base para sus compensaciones. Por ello, sería el esfuerzo del auditor en el desarrollo de su trabajo el que debería detectar estas partidas discrecionales e imponer una reducción de las irregularidades o manipulación del resultado. Esto implica que si el auditor durante la realización del trabajo detecta manipulaciones contables en el resultado sólo pueda cubrir el riesgo reputacional incrementando su esfuerzo (St. Pierre y Anderson, 1984; Kellogg, 1984). Esto es particularmente cierto en el caso español frente a las evidencias anteriores ya que la legislación española obliga a establecer al inicio del encargo unos honorarios fijos de auditoría, que no se modificarán salvo causa sobrevenida. Esto implica que si durante la realización del trabajo el auditor modifica su opinión sobre la calidad del trabajo, no podrá modificar sus honorarios sino que tendrá que o bien asumir un mayor riesgo de auditoría o incurrir en un mayor coste incrementando las horas dedicadas al trabajo.
La mayor parte de los trabajos sobre calidad del auditor en relación con reducir la discrecionalidad del resultado se basan el en trabajo de las Grandes firmas de auditoría en el contexto americano (DeAngelo, 1981; Teoh y Wong 1993; Becker, Defond, Jiambalvo, y Subramanyam, 1998; Francis y Krishnan 1999; Francis, Maydew y Sparks 1998). En esencia la evidencia soporta dos ideas, primera que las pequeñas y medianas firmas de auditoría presentan una mayor “flexibilidad contable” con sus clientes con un nivel de devengos discrecionales en valor absoluto superior a las empresas auditadas por firmas Grandes y en segundo lugar, que los auditores son propensos a objetar aquellas elecciones contables que suponen un incremento de los resultados (Becker, DeFond, Jiambalvo y Subramanyan, 1998).
Tras los escándalos que dieron con la caída de Arthur Andersen y la Ley Sarbanes- Oxley 2002 podemos encontrar trabajos que no encuentran diferencias entre el nivel de devengos discrecionales de las empresas auditadas por firmas grandes y medianas (second-tier) (Boone, Khurana y Raman, 2010). O incluso trabajos que atribuyen las diferencias en el nivel de devengos discrecionales en los clientes, ya que en definitiva son ellos los que eligen al auditor (Laurence, Minutti-Meza y Zang, 2011) aunque esta evidencia es refutada por el trabajo de DeFond, M., Erkens, D.H. y Zhang, J. (2017) que atribuye los hallazgos al método utilizado por el primero, a discrecionalidad implícita en emparejar empresas; sin embargo, es cierto que quien elige al auditor es la empresa y según la Teoría de las Señales, cuando un cliente opta por una firma de auditoría Grande es porque necesitan dar una señal al mercado, un aseguramiento. El mayor nivel de devengos discrecionales se atribuye a la menor resistencia frente a las presiones de los clientes en relación con tratamientos contables que impliquen mayor discrecionalidad o sean poco conservadores (Chiang, 2012).
La evidencia empírica existente hasta el momento no es concluyente respecto a si el auditor modifica o no su trabajo tratando de detectar errores, cuando percibe evidencias de que estos existan. Mientras que algunos estudios de archivo no concluyen sobre una relación entre el esfuerzo del auditor y la calidad de la información financiera (p.e. Bedard, 1989; Mock y Wright, 1999), otros como O´Keefe et al. (1994) y Johnstone y Bedard (2001) sí obtienen evidencia de que existe una relación positiva entre los indicios de error y el esfuerzo del auditor. Sin embargo, el riesgo de negocio del auditor hace que la permisividad sea menor cuando los devengos discrecionales son positivos que cuando son negativos (St. Pierre y Anderson,1984; Kellogg, 1984).
Según los argumentos expuestos en la literatura anterior no debería cumplirse que un incremento en el esfuerzo reduzca la discrecionalidad en el caso de las pequeñas firmas de auditoría. Dado que no existe evidencia directa como la nuestra: basada en horas y no en honorarios y sobre firmas españolas pequeñas, planteamos la siguiente cuestión de investigación:
H1: A mayor esfuerzo del auditor, menor nivel de discrecionalidad del resultado.
Sin embargo, el comportamiento del auditor no es indiferente ante que la discrecionalidad incremente o reduzca el resultado; Dye (1993, 1995) y Hillegeist (1999) Caramanis y Lennox (2008) detectaron que un mayor esfuerzo del auditor conseguía detectar los errores e irregularidades que conducían al incremento del resultado, lo que nos lleva a pensar que cuanto mayor sea el esfuerzo del auditor menor serán los ajustes por devengo positivos. Desde el punto de vista del conservadurismo contable, el auditor no tendría los mismos incentivos para detectar una gestión del resultado positiva que incremente el resultado lo que podría suponer un riesgo de negocio para el auditor en caso de que terceras partes interesadas incurrieran en pérdidas (Kinney y Martin, 1994; Nelson et al., 2002) que una manipulación negativa. Auditor será más permisivo cuando el cliente opta por una política contable restrictiva extremando la aplicación del principio de prudencia, reduciendo beneficios y pago de impuestos (Ball y Shivakumar, 2005, Coppens y Peek, 2005). En este sentido tanto Kinney y Martin (1994) como Nelson et al. (2002) concluían que los auditores requieren de sus clientes ajustes por devengos negativos para tener una posición más prudente en cuanto a los resultados mostrados a terceras personas.
En caso de que el cliente perciba este comportamiento asimétrico del auditor ante los ajustes positivos o negativos al resultado, puede que tienda a utilizar ajustes por devengo negativos cuando su situación económico-financiera lo requiera (DeFond y Jiambalvo, 1993; Kinney y Martin, 1994; Nelson et al., 2002). Por ello planteamos las siguientes dos hipótesis asimétricas
H2: Los ajustes discrecionales por devengo positivos son menores ante incrementos del esfuerzo del auditor.
H3: Los ajustes discrecionales por devengo negativos no son menores ante incrementos del esfuerzo del auditor.
Para el desarrollo de este trabajo se ha solicitado a 21 firmas de auditoría de pequeño y mediano tamaño los modelos 03 presentados al ICAC desde el ejercicio 2010 hasta el ejercicio 2014. El periodo 2010-2014 representa los años en los que las firmas han reportado información. Once de las sociedades enviaron los citados modelos, que incluían un total de 3.191 observaciones. Sobre estas observaciones hemos eliminado las auditorias voluntarias, 545 observaciones, ya que los auditores utilizan distintos enfoques (p.e. Wright y Wright, 1997; Costigan y Simon, 1995). La muestra se redujo a 2.646 observaciones de un total de 589 empresas auditadas y para un periodo de 5 ejercicios. Una vez eliminadas aquellas observaciones cuyos datos no estaban disponibles en la base de datos SABI, la muestra con la que vamos a contar en este estudio es de 928 observaciones.
El modelo, controlando el riesgo inherente debido a las características del cliente, analiza cómo afecta el incremento en el esfuerzo del equipo de auditoría sobre el nivel de los devengos discrecionales para cada una de las empresas. Por tanto, se espera que ante un mayor esfuerzo de auditoría, el cliente se sienta más vigilado y los devengos discrecionales sean inferiores, tanto para los devengos discrecionales negativos como los positivos.
Si bien Warfiel, Wild y Wild (1995) sugieren que es más adecuado utilizar el valor absoluto de los devengos discrecionales como medida de la discrecionalidad. Sin embargo, Francis y Krishnan (1999) justifican que como el resultado puede ser incrementado mediante creación de ajustes positivos o por compensación de ajustes negativos, el signo de los devengos discrecionales no debe ser considerado tan importante como la propia existencia de tales devengos discrecionales, por lo que durante este estudio utilizaremos ambos enfoques.
El impacto de la manipulación al alza y a la baja no tiene la misma relevancia o riesgo en el trabajo de auditoría: unos devengos discrecionales negativos serian el resultado de una gestión de resultados con el objetivo de reducir sus ganancias y/o el pago de impuestos (Ball y Shivakumar, 2005, Coppens y Peek, 2005). Por ello, los auditores ponen una mayor atención a los devengos discrecionales positivos, ya que el principal peligro para la auditoría es que la empresa refleje una mejor situación de la que tiene en realidad y que este hecho pueda repercutir negativamente en los acreedores y agentes externos de la empresa (Kinney y Martin, 1994; Nelson et al., 2002). Por lo tanto, cabe esperar que los devengos discrecionales positivos van a ser los más afectados ante un aumento del número de horas de auditoría y por tanto un mayor esfuerzo del equipo de auditoría a la hora de detectar posibles errores e irregularidades, por lo que posteriormente analizaremos estos separadamente.
Para medir el efecto de las horas empleadas en el trabajo de auditoría en los devengos discrecionales de cada empresa utilizamos el siguiente modelo:
(modelo 1)
La variable (
La segunda regresión que se ha realizado en este estudio es una regresión truncada positiva, la cual, utiliza como variable dependiente los devengos discrecionales positivos obtenidos mediante el modelo de Jones (1991), y los devengos discrecionales negativos toman valor 0, para regresar esta variable se utilizan todas las variables explicativas del modelo anterior.
La tercera regresión es una regresión truncada negativa, la cual, utiliza como variable dependiente los devengos discrecionales negativos, y los devengos discrecionales positivos son considerados como 0 en el modelo.
La variable (
Se han incluido una serie de variables de control que se relacionan con el esfuerzo tales como tamaño (O’Keefe et al., 1994), endeudamiento y solvencia (Butler et al., 2004) que reflejan el riesgo inherente. Esperamos una relación positiva entre estas y el esfuerzo del auditor. La variable
Otras variables de control consideran el esfuerzo relativo cuando es un nuevo contrato o según la duración de este. Myers et al., (2003) encuentran una relación negativa entre los devengos discrecionales y la continuidad de una auditoría por parte del mismo auditor, así la variable es una variable dicotómica que es igual a uno si el cliente es nuevo y cero en caso contrario. Cuando una empresa cambia de auditor, la firma que acepta el trabajo probablemente trabaje más horas debido a los costes iniciales de identificar el control interno según demuestran algunos autores (Simunic, 1980; Niemi, 2004; Bell et al., 2008). La variable
La prestación de servicios adicionales de auditoría siempre ha sido interpretada desde dos puntos de vista antagónicos: bien como información adicional obtenida por el auditor, que supondría un esfuerzo menor y unos devengos discrecionales menores o bien como compra de opinión, el auditor relaja su esfuerzo y es más tolerante ante ajustes anormales, pues recibe ingresos procedentes de otras áreas distintas a la de auditoría. Por último, controlamos por la variable
En la
Fuente: elaboración propia
Media | Desv. Típica | Percentil 25 | Percentil 75 | Mínimo | Máximo | |
---|---|---|---|---|---|---|
|
0,143 | 3,39 | -0,491 | 0,780 | -25,58 | 50,67 |
|
122,04 | 58,75 | 87,00 | 142,00 | 11 | 470 |
|
9,22 | 1,07 | 8,49 | 9,88 | 4,08 | 11,98 |
|
4,52 | 42,82 | 1,01 | 1,96 | 0,09 | 1151,58 |
|
0,53 | 0,27 | 0,33 | 0,77 | 0,00 | 0,98 |
|
8,85 | 6,09 | 4,00 | 12,00 | 1 | 25 |
La variable
El resultado sobre la evolución de la media de los devengos discrecionales positivos no sigue una tendencia clara, por lo que el supuesto de que en los años de crisis las empresas manipularan de media más no queda sustentado en estos datos. En cuanto a los devengos discrecionales negativos podemos ver como su evolución en cuanto a la media de los mismos es también discontinua, incrementándose y reduciéndose en años consecutivos, por lo que no se identifica ningún patrón en los devengos discrecionales.
En cuanto a la evolución del número de devengos discrecionales obtenemos que los devengos discrecionales positivos son superiores en los primeros años del estudio, mientras que en los años finales no hay diferencia entre ambos devengos. En este caso se entiende que las empresas durante los años donde la crisis ha sido de media más intensa en España han optado por incrementar la manipulación contable al alza, con el objetivo de mejorar sus balances y mostrar a los agentes externos unos mejores resultados y una mejor imagen de solvencia. A partir del año 2012 se entiende que la manipulación contable esta más influenciada por el sector o por las condiciones de la propia empresa que por el ámbito económico-financiero internacional.
En cuanto a las
Podemos observar que la variable
En cuanto a la variable
Por último, la variable
El bajo porcentaje de los servicios adicionales es un dato característico de las firmas de auditoría pequeñas y medianas en España, lo que tiene dos interpretaciones: o bien que los servicios adicionales los realizan empresas vinculadas a la firma de auditoría, o bien que no son capaces de explotar su cartera de clientes a diferencia de lo que sí que hacen las grandes firmas de auditoría (Monterrey y Sánchez, 2007; Ibáñez y Pechuán, 2011).
Las correlaciones bivariadas entre las variables incluidas en el modelo reflejan que algunas variables están correlacionadas entre sí, pero los valores no son muy elevados, siendo similares a estudios previos realizados, tal y como figura en la siguiente
*. La correlación es significante al nivel 0,05 (bilateral).
**. La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral).
Fuente: elaboración propia
DD | Esfuerzo | Tamaño | ACPC | TPTA | Nuevo | Duración | Servicios | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
|
1 | -0,039 | 0,012 | -0,024 | 0,036 | 0,013 | 0,007 | -0,029 |
|
1 | ,356** | -,069* | ,171** | -0,013 | ,206** | -0,047 | |
|
1 | 0,009 | -,166** | -0,004 | ,099** | -0,037 | ||
|
1 | -,143** | -0,001 | -0,022 | ,082* | |||
|
1 | ,066* | -0,051 | -0,027 | ||||
|
1 | -0,016 | -0,015 | |||||
|
1 | 0,005 | ||||||
|
1 |
Prácticamente todas las correlaciones son inferiores a 0,40, siendo la mayor (0,356) la existente entre la variable
Hair et al. (1999) apuntaban que una de las medidas más comunes para evaluar la colinealidad de variables múltiples era el
Desde el punto de vista del cliente y su comportamiento en la gestión del resultado en función del esfuerzo del auditor, utilizamos la variable devengo discrecional como variable dependiente en el modelo 1.1. y el esfuerzo del auditor medido en logaritmo neperiano de las horas efectivas de auditoría, como la principal variable explicativa y encontramos que el modelo no resulta significativo.
Si utilizamos la variable
En el mismo sentido que O´Keefe et al. (1994) y Johnstone y Bedard (2001), afirmamos que ante un incremento del esfuerzo del auditor el cliente manipulará menos el resultado, independientemente del signo de los devengos no discrecionales.
Además el mismo modelo 1.2. arroja una relación significativa y negativa entre los años de duración de la relación entre cliente y auditor y los devengos discrecionales. En efecto, cuanto más número de años se está auditando al mismo cliente, este último puede percibir como el auditor centra su riesgo de auditoría en los ajustes por devengo, reduciéndose los mismos. Esto supone que al contrario de la corriente legislativa actual, las relaciones de larga duración entre cliente y el auditor no conducen a una pérdida de calidad del resultado, sino que reducen los devengos discrecionales en términos absolutos.
Finalmente, el modelo 1.3., en el que se ha utilizado como variable dependiente una transformación dicotómica de los devengos discrecionales (1, en caso de que existan devengos discrecionales, 0 en otro caso), no resulta significativa la relación entre devengos y esfuerzo, en términos estadísticos. Los resultados evidencian como ninguna de las variables incluidas es estadísticamente significativa, al igual que tampoco lo es el modelo como indica la prueba de Hosmer y Lemeshow, con un estadístico del 11,465 que tiene un nivel de significación del 0,177, un nivel superior a los utilizados normalmente en estadística del 0,1. Este resultado difiere de forma clara con los resultados obtenidos por Caramanis y Lennox (2008), ya que en su estudio el esfuerzo del auditor medido en horas es estadísticamente significativo al igual que otras variables como el tamaño, liquidez, apalancamiento y duración.
La diferencia de resultados con las investigaciones anteriores puede venir explicada por que nuestra variable de esfuerzo está medida mediante las horas reales empleadas, mientras que Caramanis y Lennox (2008) utilizan unas horas estimadas partiendo de las horas empleadas por el auditor en el ejercicio anterior.
La significación estadística viene expresada en asteriscos, a niveles superiores al 90%(*), 95%(**) y 99%(***) de probabilidad
Fuente: elaboración propia
Modelo 1.1. | Modelo 1.2. | Modelo 1.3. | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Devengo discrecional | Devengo discrecional absoluto | Devengo discrecional dicotómica | ||||
Variable | Coeficiente | Estadístico | Coeficiente | Estadístico | Coeficiente | Estadístico |
Esfuerzo | -0,075 | -1,956* | -0,061 | -1,894* | -0,184 | 1,344 |
Tamaño | 0,034 | 0,918 | 0,506 | 16,129*** | -0,011 | 0,024 |
ACPC | -0,018 | -0,539 | -0,014 | -0,479 | 0,000 | 0,013 |
TPTA | 0,047 | 1,289 | -0,030 | -0,966 | 0,019 | 0,005 |
Nuevo | 0,011 | 0,321 | -0,004 | -0,133 | 0,497 | 0,922 |
Duración | 0,027 | 0,784 | -0,110 | -3,760*** | -0,012 | 1,128 |
Servicios | -0,03 | -0,894 | 0,019 | 0,68 | 0,246 | 1,171 |
Control sectorial | Sí | Sí | Sí | Sí | ||
Control temporal | Sí | Sí | Sí | Sí | ||
Pruebas de Hosmer | X2=11,465 | -0,177 | ||||
R2 | 0,20% | 28,20% | 2,30% | |||
F | 0,873 | 28,943*** |
Como hemos anticipado, el auditor no tiene por que percibir el mismo riesgo de auditoría, ante la existencia de unos devengos negativos, que puedan suponer una exceso de prudencia frente al resultado por parte del cliente (Ball y Shivakumar, 2005, Coppens y Peek, 2005), frente a los ajustes por devengo positivos que pueden tener como resultado una imagen de mayor rentabilidad que origine decisiones erróneas en los usuarios de la información y perciba por ende un mayor riesgo de auditoría (Kinney y Martin, 1994; Nelson et al., 2002).
Los modelos 1.4. y 1.5. recogen las regresiones positivas y negativas truncadas, respectivamente, tomando el valor 0 en el modelo 1.4. para el caso de devengos discrecionales negativos y tomando el valor 0 en el modelo 1.5. para el caso de devengos discrecionales positivos.
La significación estadística viene expresada en asteriscos, a niveles superiores al 90%(*), 95%(**) y 99%(***) de probabilidad
Fuente: elaboración propia
Modelo 1.4. | Modelo 1.5. | |||
---|---|---|---|---|
Devengo discrecional positivo | Devengo discrecional negativo | |||
Variables | Coeficiente | Estadístico | Coeficiente | Estadístico |
Esfuerzo | -447,078 | -2,458* | -70,224 | -0,477 |
Tamaño | 767,316 | -9,491*** | -659,393 | -10,073*** |
ACPC | -1,195 | -0,654 | -0,237 | -0,160 |
TPTA | 126,407 | 0,409 | 453,407 | 1,81*** |
Nuevo | 95,139 | 0,160 | 181,674 | 0,378 |
Duración | -19,620 | -1,487 | 34,622 | 3,244*** |
Servicios | -72,483 | -0,278 | -268,159 | -1,262 |
Control sectorial | Sí | Sí | ||
Control temporal | Sí | Sí | ||
R2 | 12,50% | 15,10% | ||
F | 10,077*** | 12,462*** |
En cuanto al modelo 1.4. la segunda regresión (truncada positiva), hemos de resaltar que la variable explicativa esfuerzo es significativa a un nivel del 5% y negativa (al igual que detectaron Caramanis y Lennox (2008), por lo tanto, aceptamos la segunda hipótesis.
Esto significa que en devengos discrecionales positivos el auditor a mayor número de horas consigue que cliente sí modifique su gestión de resultados. Evidenciamos una reducción de los ajustes por devengos positivos, mejorando la calidad del resultado cuando el auditor incrementa su esfuerzo, lo que refuerza la imagen del auditor como responsable de la bondad de la información financiera.
Esto se debe principalmente a que los devengos discrecionales positivos suponen para el auditor un gran riesgo, ya que, si sus clientes incrementan sus ganancias intencionadamente y de manera ficticia y posteriormente entran en quiebra, y el auditor no ha informado sobre las incorrecciones que estas CCAA presentan, puede tener que resarcir a las personas afectadas por esta opinión emitida en el informe de auditoría de cuentas.
Este resultado está en línea con las conclusiones de Kinney y Martin (1994) y Nelson et al., (2002), cuando afirman que los auditores requieren a sus clientes que tomen una posición más cauta en cuanto a sus ingresos, ajustando las ganancias a la baja.
La relación entre el tamaño de la empresa auditada y los devengos discrecionales positivos es significativa y positiva. Un mayor tamaño permite a las empresas incrementar su gestión de resultados al alza, como ya se había demostrado en estudios previos (Carlson y Bathala, 1997).
En referencia a los resultados de la variable utilizada para medir el apalancamiento (
El último modelo planteado (modelo 1.5.), toma como variable dependiente los devengos discrecionales negativos, dando valor 0 a los devengos discrecionales positivos.
El resultado ha sido que la variable explicativa esfuerzo no es estadísticamente significativa, y por tanto rechazamos la tercera hipótesis y no podemos concluir que existan modificaciones en los ajustes negativos por devengo ante modificaciones del esfuerzo del auditor.
Entendemos que el cliente que opta por un alto nivel de conservadurismo no se preocupa por que el auditor emplee más tiempo en la revisión de sus estados financieros.
La compañía interpreta que el auditor no percibe riesgo ante una modificación del resultado a la baja, aunque ello implica unas posibles contingencias fiscales por el menor pago de impuestos, en su caso.
En referencia a la relación entre la variable tamaño y los devengos discrecionales negativos, se puede ver en la anterior tabla, como la relación es significativa y positiva, ya que ante un aumento del tamaño de la empresa auditada se incrementan los devengos discrecionales negativos, como muestra el coeficiente de la regresión. Este resultado va en consonancia con las conclusiones de los autores Carlson, S. y Bathala, C. (1997, p.184) los cuales indican en su estudio que las empresas de mayor tamaño tienen una mayor probabilidad de gestionar resultados, tanto al alza como a la baja por la facilidad que tienen al tener muchos activos o un importe muy elevado de los mismos.
Es de destacar la relación positiva y significativa entre el nivel de endeudamiento y la manipulación negativa de resultados. Entendemos que un mayor nivel de endeudamiento supone una mayor exposición a terceros, ya sean entidades financieras u otros acreedores. El cliente, al sentirse “observado” puede adoptar una posición conservadora minimizando los riesgos de culpabilidad en caso de insolvencia sobrevenida.
La relación entre la duración de la auditoría y los devengos discrecionales negativos es significativa y negativa. Lo que indica que ante una mayor continuidad de auditoría por parte de un mismo auditor la gestión de resultados a la baja aumenta. Lo que interpretamos como que el cliente detecta la pasividad del auditor ante los devengos negativos y los incrementa a lo largo del tiempo, conforme incrementa el conocimiento por parte del cliente de la planificación del auditor. Este resultado alienta aquellas corrientes que ven en la continuidad del auditor un riesgo para la calidad de la información financiera.
Como prueba de sensibilidad vamos a evidenciar si en el proceso de planificación de la auditoría los auditores sean capaces de calcular su esfuerzo según la calidad de la información financiera: la variable explicativa en este caso, la existencia de manipulación, o no, condiciona positivamente el esfuerzo del auditor en el servicio de auditoría. Para llevar a cabo esta prueba se ha seguido el modelo tradicional de esfuerzo:
Como prueba de sensibilidad vamos a evidenciar si en el proceso de planificación de la auditoría los auditores sean capaces de calcular su esfuerzo según la calidad de la información financiera: la variable explicativa en este caso, la existencia de manipulación, o no, condiciona positivamente el esfuerzo del auditor en el servicio de auditoría. Para llevar a cabo esta prueba se ha seguido el modelo tradicional de esfuerzo:
(modelo 2)
A partir del modelo 2, vamos a desarrollar tres modelos distintos, modificando la variable que recoge la existencia de devengos discrepcionales (
Poniendo en relación, a través del primer modelo planteado, el efecto que puede tener la manipulación contable en la planificación del auditor, y la capacidad que el auditor tiene de cubrir el riesgo de error e irregularidades medidas a través de los ajustes anormales por devengo, obtenemos los resultados reflejados en la
La significación estadística viene expresada en asteriscos, a niveles superiores al 90%(*), 95%(**) y 99%(***) de probabilidad
Fuente: elaboración propia
Modelo 2.1. | Modelo 2.2. | Modelo 2.3. | ||||
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Devengo discrecional | Devengo discrecional absoluto | Devengo discrecional positivo | ||||
Variables | Coeficiente | Estadístico | Coeficiente | Estadístico | Coeficiente | Estadístico |
DD | -0,056 | -1,956* | -0,064 | -1,894* | -0,075 | -2,458* |
Tamaño | 0,358 | 11,974*** | 0,388 | 11,398*** | 0,380 | 12,171*** |
ACPC | -0,019 | -0,645 | -0,019 | -0,640 | -0,019 | -0,662 |
TPTA | 0,187 | 6,086*** | 0,183 | 5,937*** | 0,185 | 6,031*** |
Nuevo | -0.029 | -1,010 | -0,030 | -1,040 | -0,029 | -1,017 |
Duración | 0,158 | 5,392*** | 0,150 | 5,056*** | 0,153 | 5,202*** |
Servicios | -0,025 | -0,861 | -0,022 | -0,761 | -0,024 | -0,825 |
Control sectorial | Sí | Sí | Sí | |||
Control temporal | Sí | Sí | Sí | |||
R2 | 24,80% | 24,80% | 25,00% | |||
F | 24,546*** | 24,521*** | 24,775*** |
En los tres casos hemos obtenido una relación significativa y negativa entre la existencia de devengos discrecionales y el esfuerzo del auditor lo que dota de robustez a nuestro trabajo. Podemos concluir que el auditor incrementa su esfuerzo ante el riesgo de error.
Por otro lado, podemos pensar que en el proceso de auditoría lo que se modifique sean los honorarios. La pregunta sería: En la planificación de la auditoría, ¿el auditor es capaz de detectar que existen devengos discrecionales altos y proponer unos honorarios altos?
(modelo 3)
En el anterior modelo, tal y como se refleja en la
La significación estadística viene expresada en asteriscos, a niveles superiores al 90%(*), 95%(**) y 99%(***) de probabilidad
Fuente: elaboración propia
Modelo 3.1. | Modelo 3.2. | Modelo 3.3. | ||||
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Devengo discrecional | Devengo discrecional absoluto | Devengo discrecional dicotómica | ||||
Variables | Coeficiente | Estadístico | Coeficiente | Estadístico | Coeficiente | Estadístico |
DD | -0,044 | -1,522 | -0,047 | -1,372 | -0,041 | -1,418 |
Tamaño | 0,322 | 10,647*** | 0,345 | 9,985*** | 0,321 | 10,602*** |
ACPC | -0,052 | -1,765* | -0,052 | -1,759* | -0,051 | -1,733* |
TPTA | 0,185 | 5,939*** | 0,182 | 5,827*** | 0,183 | 5,887*** |
Nuevo | -0,021 | -0,735 | -0,022 | -0,757 | -0,023 | -0,797 |
Duración | 0,158 | 5,319*** | 0,152 | 5,061*** | 0,156 | 5,232*** |
Servicios | -0,019 | -0,670 | -0,017 | -0,595 | -0,020 | -0,677 |
Control sectorial | Sí | Sí | Sí | |||
Control temporal | Sí | Sí | Sí | |||
R2 | 22,90% | 22,90% | 22,90% | |||
F | 22,166*** | 22,122*** | 22,135*** |
De la estimación del modelo 3, no podemos concluir que el auditor modifique sus honorarios ante la detección de riesgo de error, al contrario que sí hace con su esfuerzo. Es decir, cubriría su riesgo incrementando el esfuerzo, pero no trasladaría este incremento de coste al cliente. Esto puede venir explicado por distintas razones, en primer lugar, nuestra muestra se basa en el segmento en el que operan las pequeñas y medianas firmas de auditoría, que se caracteriza por una escasa diferenciación y una lucha vía precios, lo que justificaría que el auditor no incrementara su facturación aún incrementando su esfuerzo.
Por otro lado, la legislación española obliga a la fijación de honorarios antes del inicio de la auditoría, dejando una posible modificación de estos, en el caso de que apareciesen durante la realización del trabajo factores significativos que obligaran al auditor a modificar su propuesta de honorarios, hecho que rara vez se produce.
El presente trabajo plantea la existencia de un conflicto de intereses en la relación contractual existente entre el auditor y la Compañía auditada que se manifiesta a través de los ajustes anormales por devengo, pues si bien el auditor es obtener evidencias que le permitan afirma que los estados financieros reflejan la imagen fiel, la Compañía puede tener intereses diversos que le lleven a la gestión oportunista del resultado.
Nuestro estudio es novedoso con respecto a la literatura existente pues por un lado se centra en el segmento de mercado de las Pequeñas y Medianas firmas de auditoría y además, hemos contado con la colaboración de Pequeñas y Medianas firmas de auditoría que nos han aportado las horas reales dedicadas en cada encargo de nuestra muestra, al contrario que estudios anteriores que utilizaban subrogados como los honorarios u horas estimadas.
Hemos detectado que existe una relación positiva entre los devengos discrecionales, tomados en valor absoluto, y el esfuerzo del auditor, lo que nos lleva a concluir que el cliente sí percibe al auditor como garante de la información financiera, y obliga a este a adoptar una política más conservadora. Sin embargo, esta relación sólo se observa cuando los devengos discrecionales son tomados en valor absoluto o positivos. Es decir, el cliente únicamente modifica su gestión del resultado ante un incremento del esfuerzo del auditor cuando va destinada al incremento del resultado, ya que entiende que el auditor no identificará riesgo en caso de que los devengos discrecionales se compensen entre sí o sean negativos.
La no existencia de una relación estadísticamente significativa entre los devengos discrecionales negativos y el esfuerzo del auditor, nos lleva a concluir que el cliente no teme a la labor del auditor cuando utiliza políticas contables conservadoras.
Es más, dichas políticas contables se incrementan conforme se hace más duradera la relación del auditor, de tal forma que se reducen los ajustes discrecionales absolutos y los positivos y aumentan los negativos, poniendo de relieve la recurrente discusión sobre la bondad o no de los contratos de auditoría de larga duración.
Desde el punto de vista del auditor, como análisis adicionales, hemos obtenido evidencia de que las pequeñas y medianas firmas incrementan su planificación, un mayor esfuerzo, ante la existencia de devengos discrecionales. Ante lo que supone un aumento del riesgo de auditoría, el auditor utiliza como herramienta de cobertura el esfuerzo.
Sin embargo, no hemos detectado evidencia significativa de que las pequeñas y medianas firmas modifiquen sus honorarios ante la existencia de devengos discrecionales, lo que puede venir originado, o bien porque los honorarios de auditoría son fijados al inicio del contrato y, no son usuales sus variaciones posteriores, o bien por la elevada competencia vía precios del segmento de mercado en el que hemos centrado nuestro estudio.
No obstante, nuestro trabajo presenta una serie de limitaciones que deben ser explícitamente destacadas. En primer lugar, el modelo estimado puede no incluir variables relevantes, como pueden ser las relacionadas con el riesgo de control que influyen directamente en el Riesgo de Auditoría y por ende en el esfuerzo del auditor (Jhonstone y Bedard, 2001; Bell et al., 2001). En segundo lugar, el incremento del esfuerzo del auditor puede estar influido por el arsenal de conocimientos de éste (Hay et al., 2006), aspecto que no se ha tenido en cuenta en el presente estudio. En tercer lugar, nuestro estudio empírico se basa en una muestra de firmas que han sido auditadas por un número determinado de auditores, lo que implica que las conclusiones del mismo no tienen por qué ser aplicable a otro tipo de firmas.
Las futuras líneas de investigación pasan por incluir en nuestro estudio variables relacionadas con el riesgo de control, que nos lleven a abarcar la totalidad del riesgo de auditoría, así como cuantificar la posible existencia de un efecto de anclaje en la planificación de los pequeños auditores.