La competitividad sistémica de la MIPYME manufacturera en el nivel micro: caso de la fabricación de muebles de madera, Ecuador
The systemic competitiveness of manufacturing MSMEs at the micro level: the case of the manufacture of wooden furniture, Ecuador
Volumen 2, Número 1 Enero Junio de 2018 pp. 1-15
DOI: https://doi.org/10.26784/sbir.v2i1.20
ISSN: 2531-0046
Recibido: 2017-04-03
Aprobado: 2017-10-25
Katina Vanessa Bermeo Pazmiño
Sub Decana, Unidad Académica de Administración, Universidad Católica de Cuenca, Ecuador1.
E-mail: kbermeo@ucacue.edu.ec
http://orcid.org/0000-0002-4438-7855
María Luisa Saavedra García
Investigadora, División de Investigación, Facultad de Contaduría y Administración, Universidad Nacional Autónoma de México2.
E-mail: maluisasaavedra@yahoo.com
http://orcid.org/0000-0002-3297-1157
Resumen
La competitividad ha sido considerada, desde la teoría económica tradicional hasta la moderna, como un elemento de diferenciación entre los países a través de sus empresas. La evolución del concepto de competitividad lo inician los economistas clásicos por el año de 1776 hasta actuales corrientes con Porter (1990) en donde se apuesta por un análisis sistémico. En el Ecuador no existen parámetros establecidos para determinar la competitividad de las empresas, existe un dinamismo comercial donde cerca del 95% está cubierto por la micro, pequeña y mediana empresa por lo que se hace necesario realizar esta investigación que tiene como objetivo la medición de la competitividad en el nivel micro del enfoque sistémico, en las empresas de fabricación de muebles de madera. Para tal fin se utilizó el mapa de competitividad del BID, adaptado por Saavedra (2014); los principales hallazgos permiten determinar que las empresas estudiadas presentan baja competitividad. Los factores en los que destaca son Gestión ambiental, Aseguramiento de la calidad, Producción y operaciones y Planeación estratégica; la relación entre los factores y la competitividad muestra evidencia de la importancia de los Recursos Humanos para impulsar la competitividad de las empresas en este sector.
Palabras clave: MIPYME, Competitividad Sistémica, Medición.
Abstract
Competitiveness has been considered from traditional to modern economic theory as an element of differentiation between countries through their companies. The evolution of the concept of competitiveness was initiated by the classical economists in the year 1776 until current trends with Porter (1990) where a systemic analysis is used. In Ecuador there are no established parameters to determine the competitiveness of companies, there is a commercial dynamism where about 95% is covered by micro, small and medium enterprises, which makes it necessary to carry out this research that has the objective of measuring of the competitiveness in the micro level of the systemic approach, in the companies of manufacture of wooden furniture. For this purpose, the IDB's competitiveness map was used, adapted by Saavedra (2014); the main findings allow to determine that the companies studied have low competitiveness, the factors in which they stand out are Environmental management, Quality assurance, Production and operations and Strategic planning; The relationship between factors and competitiveness shows evidence of the importance of Human Resources to boost the competitiveness of companies in this sector.
Keywords: MSMEs, Systemic Competitiveness, Measurement.
JEL: D21, D23, L73
Introducción
El factor común de una economía cada vez más globalizada con mayor grado de concentración empresarial pone a prueba a empresas y su permanencia dentro de los mercados. La competitividad mundial tiene cuatro ejes debidamente establecidos y de los cuales se plantea el reto para ser competitivos: actividad económica, eficiencia del gobierno, eficiencia de la empresa y la infraestructura.
Esta investigación se centra en el análisis y la medición de la competitividad bajo el enfoque sistémico, es decir tomando en cuenta la interacción de algunos factores para la determinación de la competitividad de las empresas, la cual va más allá del análisis tradicional de un funcionamiento básico de la empresa, pues considera factores dinámicos que son tomados de diversos contextos de tipo económico, social, político, cultural, entre otros. El enfoque integral de análisis articula cuatro niveles que son claramente identificados en nivel meta, macro, meso y micro.
En este artículo, sólo se presentan los resultados de la determinación y análisis de la competitividad en el nivel micro, mismo que fue medido con el mapa de competitividad del BID, adaptado por Saavedra (2014), para ser aplicado en la MIPYME que sirven solamente al mercado local y nacional, se recolectaron datos de una muestra de 224 empresas fabricantes de muebles de madera, en las que el 89% eran de tamaño micro y sólo el 11% eran empresas pequeñas.
El principal objetivo de esta investigación fue determinar cuáles son los factores en el nivel micro que influyen de manera directa en la competitividad de la PYME manufacturera. El contenido de este artículo se presenta en tres apartados: I. Marco teórico, donde se desarrollan los temas de competitividad, competitividad sistémica, micro, pequeñas y medianas empresas, MIPYMES en el Ecuador y el sector de muebles de madera; II. Metodología de la investigación, donde se presentan la población y muestra, la medición de variables y los estadísticos utilizados; III. Resultados, donde se describen los resultados descriptivos y los resultados del contraste de hipótesis, finalmente se presentan las conclusiones de este trabajo.
2. Marco Teórico
El comercio internacional abre puertas y funciona a través de la competitividad de las empresas y sigue ocupando un aspecto central de la actividad económica, el crecimiento y los procesos de desarrollo de la mayoría de sociedades modernas (Krugman, 1991). El marco teórico del comercio, como motor del crecimiento, tiene su origen en los economistas clásicos Adam Smith (1776) y David Ricardo (Ricardo, 1817) quienes partían de la idea de que el comercio ofrece oportunidades a todos los países para mejorar su riqueza. Para Smith la ventaja comparativa absoluta entre naciones productoras reside en los productores de aquel país que tuvieran el menor costo. Para Ricardo, las fuerzas del mercado asignan los recursos de una nación a aquellos sectores en donde es relativamente más productiva (Smith, 1776).
La evolución que ha tenido el concepto de competitividad internacional en la teoría económica moderna inicia desde El Diamante de la ventaja competitiva de las naciones de Porter (1990), quien argumentó que las claves del éxito nacional se debían a la capacidad de las industrias de la nación para innovar y mejorar (Porter, 1990); hasta los modelos del World Economic Forum (WEF) y del International Institute for Management Development (IMD) que explican que el éxito consiste en crear una serie de condiciones macro y microeconómicas junto con un entorno en el que las empresas puedan competir con éxito.
La competitividad está marcada también por la eficacia en la investigación y el desarrollo (I+D) dentro de la empresa apoyada por las políticas públicas, pues debe tener un visión sobre las oportunidades futuras para crear ventajas competitivas propias que no sean imitadas, dando lugar al desarrollo de nuevos y mejores productos, servicios, procesos y métodos (Erdogan, 2009).
Posteriormente, Solvell analiza las nuevas perspectivas de la competitividad partiendo del estudio inicial presentado por Porter (1990), en donde sus conceptos se caracterizaban por comenzar con la letra C (por sus siglas en inglés) Competencia, Estrategia Competitiva, Ventaja Competitiva, Competitividad, Clústeres y Creación de Valor Compartido. La visión actual involucra tres conceptos interrelacionados (Solvell, 2015):
Los estudiosos de la MIPYME han intentado determinar la competitividad empresarial utilizando diferentes modelos que incluyen indicadores internos, así pues, (Rodríguez, Bañuelos, Rubio, y Chávez, 2010), en un estudio realizado en Tamaulipas, México, plantearon los principales aspectos internos que inciden en la competitividad de las empresas: planeación estratégica, capacidades de Marketing, calidad del producto o servicio, capacidades del máximo responsable o gerente y las tecnologías de la información y comunicación de la empresa.
Por su parte, (Aragón y Rubio, 2005), realizaron un estudio en el Estado de Veracruz, México, definiendo un modelo de competividad empresarial conformado por los factores: gestión financiera, recursos tecnológicos, innovación, capacidades de marketing, calidad, políticas y procesos de dirección de recursos humanos, capacidades directivas y sistemas de información. A través de una contrastación de hipótesis encontraron que, cada uno de los factores son consistentes con la literatura y coinciden en que la gestión de cada factor es clave para su exitosa aportación en la competitividad de la empresa. El estudio deja abierta la incorporación de nuevas variables para investigaciones similares.
La competitividad sistémica provee un marco de acción para las empresas de los países tanto desarrollados como en vías de desarrollo, permite identificar desde los niveles meta, macro, meso y micro algunos aspectos importantes para la competitividad de la empresa desde el punto de vista tecnológico, productivo, administrativo, operativo, gerencial; uno de ellos es el tipo de administración, la misma que en el caso de la MIPYME, no es especializada e incluso empírica, siendo ésta uno de las principales causas de una baja competitividad. Este concepto se caracteriza y distingue, ante todo, por reconocer que un desarrollo industrial exitoso no se logra únicamente en función del nivel micro o de las condiciones del nivel macro (estabilidad macro-económica), sino que es necesario vincular las políticas meso y macro en función del conjunto de factores socioeconómicos y culturales del nivel meta (Esser, Hillebrand, Messner, & Meyer-Stamer, 1996).
Según (Ferrer, 2005) se refiere a la competitividad sistémica por la existencia de brechas competitivas que sugieren la intervención de la política económica para contribuir a su reducción. La experiencia internacional muestra como fructífera la intervención pública como políticas horizontales, sectoriales y activas.
En lo referente a las micro, pequeñas y medianas empresas, Peña-Vinces, Acedo, y Roldán (2014) mencionan que América Latina cuenta con un 99% de sus empresas como pequeñas y medianas, que generan empleo en la región en un promedio del 64%, en donde Argentina alcanza el 70%, Brasil 60%, Chile 63%, Colombia 67%, Ecuador 55%, México 75%, Paraguay 77%, Perú 68%, Uruguay 69% y Venezuela 38%; su contribución al Producto Interno Bruto de la región latina es relativamente bajo (entre el 15 y el 25%). Las MIPYME son clasificadas de acuerdo al número de empleados, volumen de ventas o valoración de sus activos.
Las pequeñas y medianas empresas se encuentran con la necesidad de dar respuestas estratégicas a los cambios y al nuevo ambiente de negocios globales. Estas respuestas deben tomar en cuenta tres aspectos: nuevas tendencias en los negocios, innovación, nuevas tecnologías de información y una gestión estratégica de la MIPYME (Lesakova, 2008).
Las micro, pequeñas y medianas empresas integran el sector manufacturero en el Ecuador, y el gobierno ha definido una propuesta de gestión incluyente, articulada y sobre todo participativa; y todo esto dentro de un contexto de economía dolarizada. Se considera a la asociatividad (clúster) como una forma de impulso productivo para las MIPYMES, promoviendo un sistema económico social y solidario; junto con la relación entre dicha asociatividad empresarial ecuatoriana y la productividad de las pequeñas y medianas empresas (Sánchez, 2015; MIPRO & FLACSO, 2010-2012; Valdivia, 2011).
Un sector manufacturero consolidado y sólido permitirá a los países de producción primaria, pasar a situaciones de mayor crecimiento y menor vulnerabilidad frente a choques externos. El gobierno del Presidente Rafael Correa 2013-2017 busca el abandono de la producción de bienes primarios a bienes con valor agregado; actualmente el Ecuador está pasando de una economía primaria a una economía de servicios, quedando rezagado el sector manufacturero (SENPLADES, 2012). Se incentiva la producción de bienes con mayor contenido tecnológico que son donde se concentra el mayor valor agregado. El sector manufacturero de muebles de madera, según el último Censo Económico realizado en Ecuador en el año 2010 por el Instituto Ecuatoriano de Estadísticas y Censos (INEC, 2011), existen 2.059.504.00 personas trabajando dentro de las actividades definidas por la Clasificación que hace Industrial Internacional Uniforme -CIIU3.
Los resultados obtenidos, muestran que la industria manufacturera ocupa el segundo lugar como la actividad que más emplea a los ecuatorianos. De allí, entonces la importancia de analizar la competitividad de la Industria Manufacturera. Según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del Ecuador en su directorio de empresas al año 2012 el número de MIPYMES activas corresponden a 89% de microempresas y 8% de pequeñas empresas, observándose una tendencia muy similar en el Cantón Cuenca (INEC, 2012).
Dada la importancia de estudiar a la MIPYME en el Ecuador y de su clara participación en la economía del país es primordial fortalecer este sector, pues a pesar de los datos expresados muchas empresas muestran un sistema productivo, administrativo, financiero y tecnológico primitivo lo que afecta principalmente a su competitividad. Además, es preocupante ver la velocidad con la que aparecen o desaparecen como respuesta a las realidades cambiantes de tipo económico, político, social y cultural.
Es en este punto donde surge el problema de investigación y es el desconocimiento del nivel de competitividad de la MIPYME manufacturera lo que hace que no se tomen las estrategias adecuadas para dicho sector de la producción.
2.1. Pregunta e Hipótesis
De acuerdo al problema identificado, se formula la pregunta de investigación: ¿Cuáles son los factores en el nivel micro que influyen de manera positiva en la competitividad de la MIPYME manufacturera? La revisión de la literatura nos muestra una relación positiva entre los factores de dicho nivel con la competitividad de la micro y pequeña empresa, por lo que se plantea la hipótesis general:
H:1 Los factores del nivel micro influyen de manera positiva en la competitividad de la MIPYME manufacturera.
Las hipótesis planteadas (H2, H3 y H4) afirman la influencia positiva de los tres factores identificados como claves en el nivel micro: Sistemas de Información, Comercialización y Recursos Humanos, sobre la Competitividad de la MIPYME Manufacturera; dicha influencia establece la inter relación y complementariedad entre factores. Las hipótesis (H5, H6, H7 y H8) muestran la dependencia o no entre todos los factores del nivel micro al relacionarlos entre sí.
H2: El área de Sistemas de Información influye positivamente sobre la competitividad de la MIPYME manufacturera.
Un sistema de información como estructura lógica requiere de componentes, y de acuerdo al instrumento de medición utilizado, dicho sistema en la micro y pequeña empresa se compone principalmente de: planeación, entradas, proceso y salidas; y cuyo funcionamiento afecta la competitividad de la MIPYME.
La planeación de los sistemas de información implica definir la estrategia y el plan de sistemas, en base a las necesidades o requerimientos de la empresa y de los clientes, de modo que éstos sean funcionales, útiles y que cumplan con el objeto para el cual fueron generados (Cynertia Consulting, 2010). Documentos de soporte tales como órdenes de producción, listas de precios, notas de crédito/débito, entre otras, que proceden de diferentes áreas de la empresa deben ser tratadas adecuadamente dentro de un sistema para conseguir la utilidad para la que fueron creadas (Arnold y Osorio, 1998). Los procesos se encargan de recolectar la información a través de acciones específicas o actividades, (Domínguez y López, 2017). Así, la estructuración e interpretación de los datos genera información útil (Rendón, 2005) y con el conocimiento se logra el análisis, la síntesis para la toma de decisiones (Davenport & Prusak, 1998).
H3: El área de Comercialización influye positivamente sobre la competitividad de la MIPYME manufacturera.
Las variables en el área de comercialización consideradas en el instrumento de medición son: mercadeo y ventas, servicios y distribución.
La competitividad de las empresas depende en gran medida de cómo los compradores identifican un valor superior en el producto o servicio que adquieren, generalmente por una combinación atractiva de precio, calidad, servicio y venta lo que crea una base para la diferenciación. La fuerza de ventas influye dentro y fuera de la organización para alcanzar la competitividad, tomada como un eslabón importante en la cadena de valor y representada como un factor de cambio hacia el logro de una empresa competitiva (León, 2013). El mercadeo y distribución como propósitos y objetivos organizativos guían las acciones de mercado desde la fuerza de ventas hasta considerar el impacto en la sociedad en las relaciones de intercambio exitoso, tanto para las empresas como para los clientes en el micro y macro ambiente donde se realizan (Dess & Lumpkin, 2003).
H4: El área de Recursos Humanos influye positivamente sobre la competitividad de la MIPYME manufacturera.
El área de Recursos Humanos se analiza desde sus aspectos generales, capacitación y promoción del personal, cultura organizacional y salud y seguridad industrial.
El recurso humano es considerado una fuente de ventaja competitiva sostenida si la empresa es capaz de capitalizar el valor potencial de la gente. El desarrollo del recurso humano está asociado con el tamaño del establecimiento, el sector, el tipo de organización, la filosofía administrativa de la empresa y en menor grado con su ubicación. Las empresas que consideran una relación clave entre el recurso humano y la competitividad, ubican a la dirección de Recursos Humanos en un nivel estratégico, que reporta directamente a una dirección general, lidera proyectos organizacionales y que en general puede catalogarse con un nivel de desarrollo alto (Calderón, 2003). Cheung y Chan (2012) afirman que la capacitación y la motivación de los trabajadores en las empresas impactan en su rendimiento y aumentan su productividad, y así la competitividad de la empresa y por ende del país. La capacitación es una variable exógena que tiene impacto significativo en la motivación del empleado, los países con altos niveles de motivación alcanzan buenas posiciones a través del entrenamiento o capacitación a sus empleados; por lo tanto, es importante que los gobiernos encuentren nuevos conceptos sobre dicha capacitación y consideren la implementación de políticas y buenas prácticas.
H5: El área de producción y operaciones se relacionan directamente con la comercialización e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera.
La administración en la micro, pequeña y mediana empresa enfoca áreas de planificación, organización y control; poniendo mayor énfasis en las operaciones pues tiene la responsabilidad directa de "conseguir que el trabajo se realice". La calidad, la productividad y la competitividad como papeles cada vez más importantes dentro de la MIPYME la producción y operaciones ha agregado enfoques de comportamiento y modelación en la ciencia administrativa (Everett & Ebert, 1991). El área de producción y operaciones enfoca la planificación y el proceso de producción, la capacidad del proceso, mantenimiento, investigación y desarrollo, aprovisionamiento, manejo de inventario y ubicación e infraestructura.
En la MIPYME la falta de visión del empresario y el convertirse en proveedores de un único comprador limita su capacidad de innovación y de necesidades del mercado. La capacidad instalada del negocio funciona de acuerdo a las ventas, o existen verdaderos parámetros de medición de calidad y costos competitivos. Aunque existen registros de producción, existe una brecha grande entre lo planeado para producción y lo que realmente se produce, aun teniendo todos los insumos. El proceso de producción es poco flexible y las adquisiciones de materia prima lo hacen una vez se recepta un pedido con una débil cultura de anticipación que afecta notablemente a su comercialización (Bermeo, 2016).
Investigaciones sobre la competitividad de la MIPYME muestran realidades equivalentes en algunos países de América Latina (Saavedra, 2014), en donde se presentan ciertos hallazgos coincidentes como es el caso de la competitividad de la MIPYME en Pereira, otra ciudad colombiana, que destaca el factor planeación estratégica y la producción y operaciones como los de mayor impacto.
H6: Los sistemas de información se relacionan positivamente con el área de contabilidad y finanzas e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera.
El área de Contabilidad y Finanzas involucra el monitoreo de costos y contabilidad, la administración financiera, normas legales y tributarias. La competitividad de la MIPYME se ve influencia por esta área por la generación de información para la toma de decisiones y para visualizar adecuadamente el futuro de la empresa a través de las proyecciones financieras que ésta área pueda aportar (Martínez y Álvarez, 2006). Los escenarios contable-financieros pueden ser los adecuados si información con la que cuenta la empresa proviene de un sistema de información confiable, real y actualizado.
H7: El área de recursos humanos se relaciona positivamente con la gestión ambiental e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera.
La gestión ambiental relacionada con la responsabilidad social como la principal variable de análisis en la MIPYME es tomada en cuenta desde la política ambiental de la empresa, las estrategias para proteger el medio ambiente, concientización y capacitación del personal en temas ambientales y la administración del desperdicio.
Las políticas de responsabilidad social corporativa/empresarial dentro de la empresa tienen un impacto positivo sobre el éxito competitivo en las PYME, por lo que se constituye en un importante recurso a utilizar por parte de las empresas, considerando a la RSC no como una moda temporal o pasajera sino como un recurso útil para las empresas en la generación de ventajas competitivas (Rives y Bañon, 2008). El recurso humano es el actor directo (ejecutor) de dichas políticas de RSC.
H8: El aseguramiento de la calidad se relaciona positivamente con la gestión ambiental e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera.
El aseguramiento de la calidad desde sus aspectos generales hasta el sistema de calidad implementado en la MIPYME es tomado en cuenta dentro del instrumento de medición.
Los procesos de calidad son minimizados en la microempresa por la falta de estrategias específicas de calidad y por la presentación de débiles programas de normalización y certificación; sin embargo, algunas de las microempresas presentan fuertes iniciativas e inversiones en este sector (Camisón y Roca, 1997). La MIPYME relaciona su sistema de calidad con políticas de protección medio ambientales que se ven reflejadas en las actividades de responsabilidad social que se realizan dentro de la empresa.
3. Metodología
Población y Muestra
Las 224 MIPYMES no constituyen el total de la población de micro y pequeñas empresas de Cuenca (421) aunque se intentó realizar un censo de todas las micro y pequeñas empresas del cantón, sin la necesidad de un cálculo muestral; no fue posible por la falta de respuesta por lo que se trabajó con una muestra de sujetos voluntarios que fueron los que respondieron la encuesta aplicada y que constituyen el 53.20% del total de la población.
Se aplicó el instrumento Mapa de Competitividad del BID4, con el fin de medir las variables en el nivel micro de competitividad durante los meses de diciembre de 2016 - enero, febrero, marzo y abril de 2017, el total de encuestados fue de 224 (199 micro y 25 pequeñas) gerentes o propietarios de la micro y pequeña empresa del cantón Cuenca, Provincia del Azuay dedicados a la fabricación y comercialización de muebles de madera; a través del instrumento de medición validado y que nos hace dar cuenta de la situación real que vive la MIPYME analizada desde cada una de las variables planteadas, como una primera etapa para aplicar el enfoque de competitividad sistémica en el nivel micro.
Esta investigación es no experimental, descriptiva, correlacional y explicativa, basándose en el método hipotético deductivo: las hipótesis planteadas serán debidamente analizadas de manera deductiva para su comprobación empírica, de tal forma que el sustento teórico tenga consistencia. Se realiza la generación de un modelo de ecuaciones estructurales para comprender y explicar la relación entre las variables del estudio y la competitividad en el nivel micro.
3.2. Medición de Variables
En el artículo se realiza la medición de nivel micro de competitividad de acuerdo al Mapa de Competitividad del BID, el mismo que es una herramienta que permite establecer un diagnóstico empresarial y evaluación de los procesos de la empresa con el fin de conocer la situación actual de la determinada organización y los problemas que podrían estar impidiendo su crecimiento, sobrevivencia o desarrollo (Romagnoli, 2007).
El Mapa de Competitividad desarrollado con el auspicio del BID es una herramienta de diagnóstico que se aplica en la empresa y permite conocer su estado inicial frente a la competitividad e identificar las áreas en las que presenta fortaleza y aquellas en las que tiene debilidad, con el propósito final de desarrollar planes de acción, que conduzcan al mejoramiento de su competitividad. El mapa está constituido por ocho áreas: planeamiento estratégico, producción y operaciones, aseguramiento de la calidad, comercialización, contabilidad y finanzas, recursos humanos, gestión ambiental y sistemas de información; las mismas que son evaluadas para determinar su competitividad (Bernal, 2013).
El Mapa de Competitividad es una metodología utilizada por algunos investigadores dedicados a la medición de la competitividad en las micro, pequeñas y medianas empresas, a continuación se describen algunas de estas investigaciones.
Saavedra et al. (2013), establecen el nivel competitivo de la micro, pequeña y mediana empresa evaluando aspectos internos, utilizando la metodología del Mapa de Competitividad del BID adaptado para efectos de la investigación en el contexto mexicano y se concluye que las microempresas no son competitivas mientras que la pequeña y mediana son altamente competitivas, afirmando que la competitividad está relacionada con el tamaño y con el nivel de estudios del empresario.
Cada una de las áreas que marca el Mapa de Competitividad del BID contempla una serie de preguntas que se han adaptado al caso de estudio de esta investigación y que serán aplicadas para determinar el nivel de competitividad en el Nivel Micro. Es de hacer notar que se trata de un cuestionario estructurado que mide los ítems en una escala de Likert del 1 al 5 (donde 1 es nunca y 5 es siempre).
3.2. Estadísticos utilizados
Se determinó la confiablidad del instrumento de medición con el coeficiente Alfa de Cronbach, a través del programa SPSS, para ello se tomaron 224 encuestas, obteniéndose un valor de 0.863, considerado como válido por ser superior a 0.7 (Sarduy, 2007).
Las relaciones planteadas en las hipótesis del nivel micro entre los constructos: Producción y Operaciones (PO), Aseguramiento de la Calidad (AC), Comercialización (CO), Contabilidad y Finanzas (CF), Recursos Humanos (RH), Gestión Ambiental (GA) y Sistemas de Información (SI) y la operacionalización de las variables observables son tratadas dentro del software Smart PLS que proyecta un modelo de ecuaciones estructurales.
4. Resultados
4.1. Resultados Descriptivos
Se especifica la competitividad global y la competitividad por factores de acuerdo a los resultados del análisis realizado.
Dentro de la competitividad global (Cuadro 1), sólo el 30% del total de las empresas encuestadas se ubican en el rango de competitividad muy alta, y el 70% restante se reparte casi en partes iguales entre alta, mediana, baja y muy baja. El porcentaje es bajo, si tomamos en cuenta la participación que la micro y la pequeña empresa tienen en el dinamismo comercial de la provincia.
La competitividad por factores muestra el nivel de competitividad alcanzado tanto por la micro como por la pequeña empresa en cada uno de los factores que detalla el instrumento de medición (Gráfico 1).
Las áreas competitivas que destacan: Gestión Ambiental (GA 44%), Aseguramiento de la Calidad (AC 39%), Producción y Operaciones (PO 22%) y Planeación Estratégica (PE 18%).
4.2. Resultados y Contraste de Hipótesis
Cada una de las hipótesis es probada para determinar su aceptación o no (no rechazo o rechazo), los resultados se presentan en el Cuadro 2.
El cuadro 2 muestra la comprobación de las hipótesis planteadas en el nivel micro y son analizadas de la siguiente manera.
De la hipótesis H1 planteada sobre si los factores del nivel micro influyen de manera positiva en la competitividad de la MIPYME manufacturera, se desprenden las hipótesis planteadas H2, H3, H4: los Sistemas de Información, Comercialización y Recursos Humanos influyen positivamente sobre la competitividad de la MIPYME manufacturera, la prueba de hipótesis da como resultado lo siguiente:
En la comprobación H5: la producción y operaciones se relacionan positivamente con la comercialización e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera, se obtuvo como resultado:
En la comprobación de H6: los sistemas de información se relacionan positivamente con el área de contabilidad y finanzas e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera, se obtuvo como resultado:
La hipótesis H7: Los recursos humanos se relacionan positivamente con la gestión ambiental e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera.
En la comprobación de H8: El aseguramiento de la calidad se relaciona positivamente con la gestión ambiental e impactan en la competitividad de la MIPYME manufacturera, se obtuvo que:
El cumplimiento de las hipótesis planteadas refleja en cierta medida la situación de las micro y las pequeñas empresas del cantón Cuenca de la Provincia del Azuay, y que se ha ido evidenciando a lo largo de esta investigación a través de la teoría, estudios empíricos y las entrevistas a los expertos. De las ocho áreas que detalla el Mapa de Competitividad: los Sistemas de Información (SI), la Comercialización (CO) y los Recursos Humanos (RH) son las áreas mayormente analizadas, observadas e investigadas por los empresarios.
La Planeación Estratégica (PE), la Producción y Operaciones (PO), la Contabilidad y Finanzas (CF), el Aseguramiento de la Calidad (AC), la Gestión Ambiental (GA), son áreas que responden a planteamientos teóricos o parámetros establecidos que pueden ser seguidos sigilosamente y alcanzar su total cumplimiento. Las hipótesis también han sido planteadas entre estos constructos y los resultados muestran las relaciones significativas.
La mayoría de micro y pequeños empresarios buscan continuamente la actualización de sus procesos a través del desarrollo de la tecnología, así mismo las técnicas y estrategias de comercialización dentro de un mercado cambiante y en donde prevalece los gustos y preferencias de los consumidores; conseguir, mantener y lograr la fidelidad del mercado es un reto constante. Los Recursos Humanos son un elemento clave que impacta en la competitividad de la MIPYME Manufacturera, demostrado con la comprobación de la hipótesis (H ), esto se debería a que en este tamaño las empresas son de alta relevancia con procesos manuales y artesanales, más que procesos de alta tecnología.
El Recurso Humano exige un tratamiento diferente dentro de la empresa, pues determina su posición competitiva y hace que ésta sea o no productiva. La actitud del empleado, su desempeño, su motivación, incentivo, seguridad entre otros aspectos son los que en la mayoría de los casos no son tratados adecuadamente y provoca una alta rotación y gastos innecesarios en capacitación.
Las hipótesis que se cumplen en la relación de las áreas destacan primero la Producción y Operaciones (PO) sobre la Comercialización (CO) (H ). La mayoría de pedidos no son cumplidos por inconvenientes en la programación del área de producción, en donde retrasos en la entrega de la materia prima o la falta de acciones preventivas y correctivas en el proceso hace que impacte directamente en la Comercialización (CO). Una mejor comunicación y ordenamiento de la información entre estas áreas lograría elevar el impacto hacia la competitividad de las empresas.
Los reportes y demás funciones que deba cubrir el área de Contabilidad y Finanzas (CF) deben ser alimentados, controlados, monitoreados y avalados por un eficiente sistema de información (SI) que garantice la seguridad de la información. Estas dos áreas se relacionan directamente y es necesario que ambas sean fortalecidas al mismo nivel para lograr un mayor impacto en la competitividad de la MIPYME (H ). La realidad de la micro y pequeña empresa es un nivel muy bajo de trabajo en estas dos áreas sensibles de la empresa.
El Aseguramiento de la Calidad marca ciertos parámetros en cada una de las áreas de la empresa, en donde la actitud y el involucramiento de todo el personal marca la diferencia en el cumplimiento. Los estándares fijados en el tema ambiental son cada vez más altos e incluso las buenas prácticas que las empresas realizan son evaluadas por los organismos de control público. En la ciudad de Cuenca, el tema medioambiente está tomando fuerza, y el hallazgo probado es que la gestión ambiental de las empresas se encuentra relacionado directamente con el aseguramiento de la calidad que tenga la misma, pues los parámetros de producción observando los requisitos de calidad exigen que se cumplan los lineamientos de gestión ambiental (H ).
5. Conclusiones
La competitividad de la MIPYME es una preocupación actual tanto de los estudiosos de este sector empresarial como de los empresarios. En esta investigación se presenta el enfoque sistémico de competitividad el cual señala que la competitividad de la empresa depende de factores que se encuentran en cuatro niveles: Macro, Meso, Meta y Micro. El objeto de estudio en este artículo es el nivel micro de competitividad, mismo que fue determinado aplicando la herramienta mapa de competitividad del BID, adaptado por Saavedra (2014).
Los resultados de esta investigación permiten concluir que las MIPYME de este sector son de baja competitividad, que los factores mejor evaluados son Gestión Ambiental (GA 44%), Aseguramiento de la Calidad (AC 39%), Producción y Operaciones (PO 22%) y Planeación Estratégica (PE 18%), esto debido a que se trata de empresas del sector industrial donde los tres primeros factores son de vital importancia para su operación tal como lo han señalado Saavedra, Milla y Tapia (2013), Rodríguez, Bañuelos, Rubio y Chávez (2010) y Ordoñez de Pablos (2004); sin embargo, ninguno de estos alcanza el 50% de las empresas.
El predominio de empresas de tamaño micro en el sector industrial de muebles de madera en el Azuay, trae como resultado que los Recursos Humanos tengan una relación significativa con la competitividad, pues los procesos artesanales y manuales dependen de los conocimientos, habilidades y experiencia de quienes realizan el proceso productivo, por lo que es necesario poner énfasis en aspectos, de capacitación, promoción y calidad de vida laboral que motiven al recurso humano en estas empresas de acuerdo con los señalado por Cheung y Chan (2012) acerca de la importancia que reviste la motivación y sobre todo la capacitación de los trabajadores como la clave para mejorar notablemente su rendimiento, y así elevar los niveles de productividad de la empresa hacia su consolidación como empresa competitiva; y con lo encontrado por Aragón y Rubio (2005), The World Bank (2006), García y López (2014), en referencia a que los recursos humanos se constituyen en un factor clave para impulsar la competitividad.
Las relaciones directas entre la Producción y Operaciones con la Comercialización, los Sistemas de Información con la Contabilidad y Finanzas y el Aseguramiento de la Calidad con la Gestión Ambiental, permiten conocer cómo se articulan las áreas de la empresa e impulsan la competitividad. Estas evidencias marcan la pauta para las acciones y decisiones que las micro y pequeñas empresas dirijan en su funcionamiento. Una de las principales contribuciones a la teoría es la propuesta del modelo junto con la metodología del mismo para la determinación del impacto y significancia de los factores que determinan la competitividad en el nivel micro, para posteriormente establecer la relación con el nivel meta, macro y meso; la teoría respalda el análisis integral de la MIPYME desde los cuatro niveles de análisis, pues el desarrollo industrial no debe involucrar únicamente los factores del nivel micro o las condiciones macroeconómicas del país, es necesario vincular políticas sectoriales de temas de infraestructura, tecnología, entre otros; a más de políticas referentes a conducción nacional, cohesión social y aspectos culturales.
Citas de pie de página
1 Doctora en Ciencias de la Administración, Universidad Nacional Autónoma de México; Magister en Economía, Universidad de Cuenca; Economista, Universidad Católica de Cuenca, Ecuador.
2 Doctora y Maestra en Administración, UNAM, México.
3 Cuarta Revisión. Elaborado por la Organización de las Naciones Unidas.
4 Instrumento de Medición diseñado por Saavedra (2014) basado en el Mapa de Competitividad del BID.
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Bermeo Pazmiño, K. V., & Saavedra García, M. L. (2018). La competitividad sistémica de la MIPYME manufacturera en el nivel micro: caso de la fabricación de muebles de madera, Ecuador. Small Business International Review, 2(1), 1-15. https://doi.org/10.26784/sbir.v2i1.20